Del mensaje del Papa Francisco en la fiesta de la Trinidad recogemos dos enseñanzas y un desafío.
ENSEÑANZA 1
Podemos pensar a Dios a través de la imagen de una familia reunida en la mesa, donde se comparte la vida.
Es una imagen que nos habla de un Dios comunión. Padre, Hijo, y Espíritu Santo: comunión.
Esta imagen es una invitación a sentarnos a la mesa con Dios para compartir su amor, porque somos de la familia de Dios.
ENSEÑANZA 2
La forma más sencilla de encontrarnos con el Dios amor y familia es mediante la señal de la cruz. La señal de la cruz es el gesto más simple, que hemos aprendido de niños.
Trazando la cruz sobre nuestro cuerpo recordamos cuánto nos ha amado Dios, hasta dar la vida por nosotros; y nos repetimos que su amor nos envuelve completamente, de arriba abajo, de izquierda a derecha, como un abrazo que no nos abandona nunca.
RESPIRAMOS AIRE DE AMOR Y FAMILIA
El desafío que el papa nos hizo es el de testimoniar la presencia de Dios en nuestra vida, que consistirá en vivir de una manera familiar en amor.
Si Dios es amor, nuestras comunidades lo testimonian: ¿Saben amar?, Son como familias? ¿Tenemos siempre la puerta abierta?, ¿sabemos acoger a todos?, ¿Ofrecemos a todos el alimento del perdón de Dios y el vino de la alegría evangélica?
¿Se respira aire de familia en nuestra familia?.