El pasado 23 y 24 de mayo se llevó a cabo el Encuentro por el Agua y la Vida en Cochabamba, donde organizaciones sociales y la Comunidad del Agua se reunieron para definir una agenda departamental que aborde las problemáticas y necesidades del servicio de agua potable en la región.
Miguel Orellana, representante de AOSAMCOL, destacó que esta agenda fue construida por organizaciones que actualmente operan los servicios de agua potable. Estas incluyen sistemas de agua, asociaciones, cooperativas y pozos que brindan este recurso vital en gran parte del departamento de Cochabamba.
La agenda departamental incluye directrices específicas para distintas áreas, tales como el área metropolitana, el Valle Alto, el Valle Bajo y el Valle Central de Cochabamba. En particular, en el área metropolitana se ha decidido que la empresa Misicuni debe ser administrada bajo una nueva institucionalidad estrictamente cochabambina. Este nuevo enfoque busca evitar tarifas elevadas, como la actual de 1.83 bolivianos por metro cúbico, y establecer una tarifa más justa de 0.77 bolivianos, basada en estudios de costos más realistas y adecuados a la situación local.
Otra conclusión clave del encuentro es la necesidad de fortalecer los sistemas autogestionarios de agua potable, asegurando que este recurso llegue a todas las áreas necesitadas. Además, se ha propuesto la reposición del proyecto de ley de aguas para la vida, trabajado durante 2011-2012, que reconoce al agua como un sujeto de derecho. Este proyecto subraya la importancia del agua para la vida y rechaza su tratamiento como una mercancía.
La agenda departamental también se pronuncia en contra de la monopolización y la creación de empresas públicas municipales en el eje metropolitano, advirtiendo que esto puede llevar a una mercantilización del agua, en detrimento del acceso equitativo y justo para la población.
Este encuentro ha sido un paso crucial en la lucha por un manejo más justo y equitativo del agua en Cochabamba, reflejando el compromiso de las organizaciones sociales y comunidades en la defensa de este recurso vital como un derecho humano fundamental.
Img: Fundación Abril