Un Dios que sale al encuentro de la humanidad herida, que está en movimiento, que visita nuestras casas, que quiere salvar, liberar, sanar, es el Dios, que Jesús que quiere que conozcamos
Una fe madura nos pone en camino, nos hace salir como Jesús al encuentro de la humanidad herida y nos manifiesta al Dios que ama y consuela.
Jesus nos muestra que Dios no es un amo distante y frio que nos habla desde lo alto. Por el contrario, es un Padre lleno de amor que se hace cercano, que visita nuestras casas, que quiere salvar y liberar, sanar todo mal del cuerpo y del espíritu”
Cuando descubrimos el verdadero Rostro del Padre, nuestra fe madura. Ya no nos quedamos como “cristianos de sacristía” o “de salón”, sino que nos sentimos llamados a ser portadores de la esperanza y la sanación de Dios.
JABV