La exministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, reveló varios detalles que explican la pacificación después de la crisis de 2019 y, posteriormente, el entramado de poder que, en su opinión, desvió al Gobierno de Jeanine Añez de sus objetivos iniciales.
En este relato, que brindó al programa La Mañana en Directo de ERBOL, se develan reuniones de personeros del Gobierno con Andrónico Rodríguez en 2019, el control y recelo de Arturo Murillo en el Gobierno de transición, el porqué se permitió la continuidad de Juan Lanchipa como Fiscal General, entre otros detalles.
Reuniones con Andrónico
Según Lizárraga, informes de inteligencia de 2019 advertían de presencia de extranjeros venezolanos y cubanos con la intención de generar convulsión. Además de que Evo Morales contaba con loa gobiernos de Argentina y México.
En ese contexto, según Lizárraga, Andrónico Rodríguez era uno de los dirigentes a quien presionaba Morales para generar el escenario de conflictividad.
A pesar de ello, la exministra señaló que Andrónico aceptó reunirse con ella en un hotel de la calle Sucre. Él no quiso la presencia de Jeanine Añez ni de Arturo Murillo.
De acuerdo con Lizárraga, Rodríguez le dijo que había presión para tomar las armas, pero también muchos no querían que corra sangre, sino pacificar el país.
Andrónico, según el relato, aceptó tener otra reunión con el entonces Ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, pero no así con Arturo Murillo ni Jeanine Añez.
Dijo que Jerjes Justiniano acordó con Andrónico tener otra reunión en Cochabamba y abogó por la presencia de Murillo, pese al rechazo del dirigente del Trópico.
Según recuerda la exministra, el encuentro en Cochabamba se tensionó por la presencia de Murillo y hubo insultos hacia el entonces Ministro de Gobierno. En ese entonces, Murillo era criticado por sus declaraciones de confrontación hacia los sectores movilizados.
A pesar de ello, llegaron al acuerdo de que no saldrían del trópico de Cochabamba y evitar así que corra sangre.
Murillo contra Justiniano
Lizárraga resaltó el rol del ministro Justiniano y le atribuyó la pacificación del país, gracias a sus gestiones con organizaciones sociales.
Sin embargo, denunció que Arturo Murillo le montó un caso a Justiniano, relacionado al proceso judicial denominado La Manada, donde había sido abogado.
En ese caso, se acusó a Justiniano de haber ejercido sus influencias a favor de la parte imputada. Terminó después saliendo del Gobierno.
«Jerjes sabe que le montaron el caso», afirmó.
Murillo quería más compra de gases
Arturo Murillo está acusado por la compra irregular de gases lacrimógenos con sobreprecio, e incluso cumple condena en Estados Unidos.
Sin embargo, Lizárraga considera que hizo caer otro negociado qué habría pretendido el exministro durante el Gobierno transitorio.
Reveló que, ante la falta de equipo antimotín, Murillo insistía en que se apruebe por Decreto Supremo la compra de agentes químicos por una suma exorbitante. «Algo muy irregular», comentó la exministra.
Pero, la entonces Ministra de Comunicación gestionó con el Gobierno de Ecuador el préstamo del material no letal. Considera que así frustró otro negociado de Murillo.
El fiscal Lanchipa
Lizárraga aseveró que Arturo Murillo tenía control incluso en la Justicia y mencionó al fiscal general Juan Lanchipa.
Aseveró que el fiscal general Juan Lanchipa –elegido en el cargo durante el Gobierno de Evo Morales- en 2019 «se puso al servicio de Gobierno transitorio», según dijeron los ministros Arturo Murillo y Yerko Núñez.
«Por eso es que Lanchipa queda en el gobierno de transición», aseveró Lizárraga, quien a pesar de ello tenía sus dudas de esa decisión al no confiar en el fiscal.
Más sobre Murillo
Lizárraga aseguró que había conseguido celulares donde había conversaciones de exministros de Evo Morales, como Juan Ramón Quintana, y cuyo contenido demostraban un fraude electoral en 2019.
Sin embargo, expresó su frustración porque Añez le ordenó entregar los celulares a Murillo, quien tiempo después le dijo que no había nada relevante.
De manera general, mencionó que Murillo era celoso de su ámbito y que no aceptaba sugerencias.
El desvío del Gobierno y el error de Añez
Roxana Lizárraga renunció como Ministra en enero de 2020.
Dijo que entonces decidió renunciar porque el Gobierno transitorio perdió el rumbo y muchos del gabinete decidieron velar por sus bolsillos, antes que cumplir el mandato de ir a elecciones transparentes.
Señaló que el Gobierno transitorio se equivocó en no cumplir mandatos de la población, tratar de perpetuarse en el poder, lanzar candidatura y hechos de corrupción que le hicieron perder apoyo. «No fue un Gobierno serio lastimosamente».
Sin embargo, sostuvo que tal vez el mayor error de Jeanine Añez fue confiar en personas que la encerraron y tenían sus propios intereses. «Se dejó convencer por estas personas que conocía del parlamento».
Lizárraga actualmente vive en Estados Unidos como exiliada. Desde allá enfrenta procesos judiciales que considera parte de una persecusión política.
Tomado de: Erbol