El Papa Francisco nos alienta a “entrar en el desierto interior” para combatir las “bestias salvajes” de los vicios, la avaricia, la vanidad y la codicia.
Recordando el Evangelio que narra la permanencia de Jesús en el desierto cuarenta días, en la compañía de bestias salvajes y ángeles, nos invita a entra en el desierto del silencio en nuestro mundo interior para combatir las bestias salvajes que tienen nombre: la avidez de riqueza, que aprisiona en el cálculo y la insatisfacción, la vanidad del placer, que condena a la inquietud y la soledad, e incluso la codicia de la fama, que genera inseguridad. y una necesidad continua de confirmación y protagonismo”.
Tambien para captar la inspiración de Dios, debemos entrar en el silencio y la oración. Y la Cuaresma es el momento de hacer esto.
En este tiempo de cuaresma debemos preguntarnos:
- ¿cuáles son las pasiones desordenadas, las ‘bestias salvajes’ que se agitan en mi corazón?
- Para permitir que la voz de Dios hable a mi corazón y lo custodie en el bien, ¿pienso retirarme un poco al ‘desierto’, intento dedicarle un espacio en el día a esto?”.
J.A.B.V.