By Esta mamá fue campesina, esposa de carpintero. Su alegría mayor fue su hijo, Jesús, un hombre convencido de la justicia, de la solidaridad y del amor.
El sufrimiento mayor de esta mamá: la muerte de su hijo crucificado por rebelde y por no acatar las órdenes del imperio romano.
En su embarazo, ésta mamá dijo esta oración:
Dios hace proezas con su brazo.
Dispersa a los soberbios de corazón,
Derriba del trono a los poderosos
Y enaltece a los humildes,
A los hambrientos los colma de bienes
Y a los ricos los despide vacíos.
¿Dónde encontrar a esta mamá que educa en justicia, solidaridad y amor?
En las casas donde hay hijas de 14 a 16 años con un embarazo temprano.
En las colas y arenas de Catavi, donde 18 millones de toneladas de arena contaminan cada día la vida de los y las llallagueñas.
En los hogares donde no hay trabajo y están con un paso de irse buscando empleo.
En las familias donde falta educación cargada de ternura, solidaridad y amor.
Preocupada porque sus hijos no controlan todo el dinero de la regalía minera que debe servir para construir hospitales, escuelas, energía eléctrica en Potosí.
Angustiada porque los ríos están contaminados y seguimos condenados a depender de la minería.
Desesperada porque 300 mil potosinos se han ido buscando trabajo entre 1991 a 2001, unos 130 mil más entre 2001 y 2012.
Quiero decirle al comerciante de la Linares que este año gasta 50 mil dólares pasando la fiesta de la Asunción de la Virgen María en Llallagua que ése es el mensaje y el testimonio de María, la mamá de Jesús.
Si no le hemos entendido, es momento de hacerlo. Esta mamá se alegra y se conmueve si sus hijos luchan contra la contaminación, si educan a sus hijas para que no se embaracen antes de tiempo, si educan con amor, justicia y solidaridad.
Hoy es el cumpleaños de la Asunción de la Virgen María, la MAMÁ DE JESÚS.
