En su enseñanza de domingo El Papa Francisco nos invita a hacer cargo de la sed de los demás.
El pastor de la Iglesia nos recuerda que la frase Dame de beber es el grito de tantos hermanos que carecen de agua para vivir, mientras seguimos contaminando y arruinando nuestra casa común que, agotada y reseca, también tiene sed
Hay varias formas y lugares donde debemos escuchar ese dame de beber:
- Dame de beber nos dice cuántos en la familia, en el trabajo, en los demás lugares que frecuentamos, encontramos personas que tienen sed de cercanía, de atención, de escucha;
- Dame de beber nos dicen también aquellos que tienen sed de la Palabra de Dios y necesitan encontrar en la Iglesia un oasis donde beber.
- Dame de beber es el llamamiento de nuestra sociedad, donde la prisa, la carrera por el consumo y sobre todo la indiferencia (esta cultura de la indiferencia) generan aridez y vacío interior.
- Dame de beber es el grito de tantos hermanos y hermanas que carecen de agua para vivir, mientras seguimos contaminando y arruinando nuestra casa común;
- La casa común también esta agotada y reseca y ‘tiene sed’”
Frente a estas realidades de sed, el pastor de Iglesia Católica, nos dejó tres invitaciones:
1.- ¿Somos capaces de comprender la sed de los demás?, ¿La sed de la gente, la sed de tantos en mi familia, en mi barrio? 2.- ¿tengo sed de Dios, y me doy cuenta de que necesito su amor como el agua para vivir?
3.- ¿me preocupo de la sed de los demás? ¿Sed espiritual, sed material?”