El Departamento de Energía de Estados Unidos apunta que la pandemia de coronavirus probablemente surgió por una fuga en un laboratorio chino, un informe que las autoridades chinas rechazaron firmemente.
La información consignada en un informe clasificado por la oficina de Avril Haine, directora de Inteligencia, marca un cambio de postura en Estados Unidos, que antes se había mostrado indeciso sobre el origen del virus.
Personas que tuvieron acceso al informe clasificado, citadas por Wall Street Journal y The New York Times, afirman que el departamento hizo su juicio con “poca confianza”, resaltando cómo las diferentes agencias estadounidenses permanecen divididas sobre los orígenes de la Covid-19, la pandemia que azotó al mundo a inicios de 2020.
La conclusión, resultado de un supuesto nuevo análisis de inteligencia, es significativa porque ese departamento supervisa una red nacional de laboratorios, incluidos algunos que realizan investigación biológica avanzada.
Así, el departamento se une al FBI en la creencia de que la pandemia, que dejó casi 7 millones de muertes en todo el mundo, fue el resultado de un accidente de laboratorio en China.
China rechazó de manera enérgica ayer la hipótesis que privilegia ahora el Departamento de Energía de Estados Unidos y dijo sentirse “ensuciada” por estas nuevas acusaciones.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que no había recibido ninguna información sobre las averiguaciones del Departamento de Energía estadounidense y que continúa examinando “todas las pruebas científicas disponibles”.